Al poco tiempo de emprender en Argentina, entendí que debía asumir un rol activo, ser quien hace que las cosas sucedan en lugar de esperar que pasen. Decidí convertirme en la protagonista de mi historia y no en una víctima de las circunstancias. Para ello, mi mente y mi corazón debían ser mis aliados. Así comenzó mi recorrido: un viaje que implicaba reconocer la nostalgia por lo que dejé atrás, y asumir el reto de construir una nueva vida como emprendedora social, muy distinta a la profesora que había sido en la UCV.

Reflexionando sobre mi experiencia, identifiqué siete actitudes que considero fundamentales para quienes migran y buscan emprender su propio camino en un nuevo lugar.

●Ser Flexible: Adaptarse es vital. La vida en un nuevo país no siempre se ajusta a la imagen que uno tenía en mente. Aceptar los cambios como parte del proceso me fortaleció y me permitió avanzar con confianza.

●Crear una Red de Apoyo: Pronto comprendí que la migración no es un camino solitario. Tejer lazos con otros inmigrantes, compatriotas y amigos locales fue clave para sentirme arraigada en mi nuevo entorno.

●Fomentar la Autoconfianza y la Disciplina: Enfrenté dudas y temores, pero aprendí a planificar con disciplina. Cada paso que daba era un ladrillo más en la construcción de mi nueva realidad.

●Ser un Eterno Aprendiz:

● Emigrar significó dejar el orgullo atrás y estar dispuesta a empezar desde cero. Aprender de cada experiencia me permitió crecer y avanzar hacia mis metas

●Mantener el Optimismo: Ser optimista no es ignorar los problemas, sino ver oportunidades en cada dificultad. Mantener esta actitud me ayudó a seguir adelante en los momentos de incertidumbre.

●Levantarse Ante el Fracaso: El fracaso es parte del aprendizaje. Caer y levantarse con humildad y resiliencia me permitió seguir creciendo, entendiendo que cada tropiezo es una oportunidad.

●Luchar por Mis Sueños: Soñar es fundamental, pero también lo es anclar esos sueños en la realidad y trabajar para alcanzarlos. Confiar en mi instinto y ser proactiva me ayudó a construir una vida llena de propósito.

En este viaje de emigrar, descubrí que la vida está llena de decisiones. La elección de ser feliz, adaptarse y avanzar frente a las adversidades es lo que realmente transforma nuestra experiencia. Hoy, miro atrás con gratitud por cada lección aprendida. La emigración me ha enseñado que, no importa cuán difíciles sean los cambios, el poder de ser feliz y emprender siempre está en nuestras manos.

Gracias por acompañarme en este viaje personal. Si te has sentido identificado, te invito a reflexionar sobre cómo tus propias experiencias han moldeado tu identidad y a compartirlas en los comentarios. ¡Nos leemos pronto! ¡